viernes, 20 de julio de 2012

'El cuento número trece' de Diane Setterfield

Tenía muchas ganas de leer este libro, pero después de terminarlo me queda una sensación agridulce, como si le hubiese faltado algo para ser la novela apasionante que me esperaba y que no encontré del todo.

Pero no voy a adelantar acontecimientos y empiezo por contar un poco el argumento. Margaret es una chica joven que siente auténtica pasión por los libros, trabaja en una librería propiedad de su padre, es biógrafa y se ha pasado toda su vida entre manuscritos principalmente del siglo XIX (este es un punto a su favor).

Un día recibe una carta de Vida Winter, una escritora archi famosa, que quiere contratarla para que escriba su biografía prometiéndole hacer algo que hasta ahora no ha hecho con nadie y es que le contará la verdad. A partir de ese momento conoceremos todos los misterios que guarda la historia de la escritora pero también los que se esconden tras la en apariencia monótona y tranquila vida de Margaret.

Como veis la cosa no puede tener mejor pinta: misterios, enredos, verdades que salen a la luz,... Pero luego la forma en que está desarrollado no me atrapó en ningún momento. Atrapar en ese sentido de que te involucras con los personajes y te caen bien o mal y quieres que les suceda este o lo otro dependiendo de los sentimientos que te provocan. Sí es verdad que te engancha porque tiene todos los ingredientes típicos y quieres saber cómo acaba o más bien cómo va a resolver la autora ese lío; pero creo que le falta emoción. Al menos en mi caso me dejó fría y eso que la historia era de agárrate.

Con esto no quiero decir que sea una novela horrorosa porque no está en absoluto mal escrita y detrás se ve un argumento trabajado, el desenlace (incluso con algunos reparos que puede plantear), las situaciones que describe,... y quizás si hubiese apostado siempre por ese ritmo, por que sucedan cosas y giros inesperados sin más profundidades la novela hubiese estado mejor. En mi opinión donde flaquea es justamente cuando quiere describirnos el interior de los personajes y sus pensamientos más íntimos, porque su intención es darles una intensidad y dramatismo que finalmente no logra transmitir del todo con lo que las cosas quedan un poco forzadas (el epílogo es un buen ejemplo) y consigue el efecto contrario, que no acabe de conectar con los protagonistas.

En definitiva que no me ha disgustado tantísimo como para llegado el momento poder darle otra oportunidad a la autora, pero no me ha maravillado como esperaba para esperar con ansia su segunda novela.

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